Por un camino con una gran pendiente y sumamente pedregoso encontré a una niña que llevaba colgando a la espalda a otro niño. - Hijita, le dije, llevas una carga muy pesada.
Ella me miro y dijo:
- No es una carga, señor, ¡es mi hermano!
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4 comentarios:
precioso, me esta gustando mucho entrar a tu blog, gracias por visitar el de ainhoa.
un abrazo y un beso hasta el cielo.
Loly, la mamá de Ainhoa.
hola soy Loly, la mamá de Ainhoa te escribo de nuevo para dar a conocer mi otro blog, por si quieres pasar por el, todavia no esta terminado, acaba de nacer.
No olvides si no te molesta visitar el de Ainhoa, ese es el principal.
Gracias y un beso hasta el cielo.
Loly, la mamá de Ainhoa.
Ja! qué bueno, y que sinceridad,y cuánto amor!
Lástima no vimos que cara puso la otra persona,pero yo la puedo imaginar!
ESo es amor,lo demás tonterías!
Saludos!.
¡Que cortito relato y que bonito!hay cargas que como se llevan de bien...muchas cargas de esas por favor!!!
un besito
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