sábado, 19 de abril de 2008

Darlo todo

Iba llorando de puerta en puerta cuando tu carroza de oro apareció en la lejanía, como un sueño magnífico. Y yo me preguntaba maravillado quién debía ser aquel rey de reyes.
Mis esperanzas volaron hasta el cielo y pensé que los días magros se me habían acabado.
Me quedé esperando limosnas espontáneas, tesoros derramados delante mío.
La carroza se paro a mi lado Me mirasteis y bajasteis sonriendo.
Sentí que la felicidad de mi vida había llegado.
Pero de pronto, me alargasteis la mano diciendo: "¿Puedes darme algo?"
¡Ah! ¡Que ocurrencia la de vuestra realeza! ¡Pedirle vos al mendigo!
Estaba confuso y no sabía qué hacer...saqué despacio de mi zurrón un grano de trigo y os lo di...
Que sorpresa tuve al atardecer cuando, vaciando el saco a tierra, encuentro un grano de oro en medio del montón de granos de trigo.
¡Que amargamente he llorado de no haber tenido corazón por dároslo todo!


Rabindranath Tagore

2 comentarios:

Tormenta. dijo...

y menuda sorpresa se llevaría sí..
Y una vez un amigo me dijo que la risa nace de la sorpresa!

Besos!.

Sara dijo...

GENEROSIDAD! que bonito valor nos enseñas hoy...
un besito