Un hombre habló con el Señor acerca del cielo y el infierno. El Señor le dijo a ese hombre: "Ven, te mostraré el infierno".
Entraron en una habitación en donde un grupo de personas se encontraba sentado alrededor de una enorme olla de guisado. Todos estaban desesperados y muertos de hambre.
Cada persona sostenía una cuchara que tocaba la olla, pero cada cuchara tenía un mango mucho más largo que su propio brazo, de tal manera que no podía utilizarse para llevar el guisado a sus bocas. El sufrimiento era terrible.
"Ven, ahora te mostraré el cielo", dijo el Señor, después de un tiempo.
Entraron en otra habitación, idéntica a la primera, la olla de guisado, el grupo de personas, las mismas cucharas con mango largo. Sin embargo, allí todos estaban felices y bien alimentados.
"No comprendo", dijo el hombre. "¿Porque están felices aquí, si en la otra habitación se sienten miserables y todo es igual?"
El Señor sonrió. "Ah, es sencillo", respondió. "Aquí aprendieron a alimentarse mutuamente".
Es decir, mientras que en el infierno cada uno quiere comer con su cuchara y no es capaz de compartir con los demás, en el cielo cada uno piensa primero en el hermano y con su propia cuchara lo alimenta al otro.
17 comentarios:
Muchas gracias por tu visita a mi blog y por dejar tu huella, veo que tienes un blog precioso, y las palabras llenas de coloridos como el arco iris.
Saludos.
Gracias por tu visita a mi casita, tienes un espacio estupendo, a partir de ahora te visitaré porque me ha encantado...
Un beso
Hola vengo del blog de Marnie y he visto su entrada y aprovecho para visitar su blog.
Un buen ejemplo a seguir.
www.martin-almiron.com
Hola
Hoy quiero Contarte un Cuento, más que el cielo o el infierno, este cuento revela cómo es la estupidez humana. Ni bajo peligro de muerte nos dignamos ayudar a los demás.
Un biquiño desde Coruña.
Diana
Diana, miratelo de otra manera.... en ayudar a los demás encontramos el secreto de nuestra propia felicidad... nuestro cielo particular. Un biquiño
Otra historia muy linda... asi nos alimentas tu con tus cuentos y nosotros -espero- a ti con los comentarios.
Es un buen feedback, no?
Gracias por la visita y excelente post, efectivamente me ha tocado ver y escuchar tantas discuciones de ¿que es mejor? ingeniero ó licenciado, norte ó sur, ciudad ó campo...
Cuando en efecto el secreo radica en la sinergia, el etender la codependencia que tenemos unos de otros.
Creo que me hare adicto a tu blog =)
Ya te tengo en mi reader.
-J
Pues claro,es lo que tiene compartir, y lo que no se da,dicen que se pierde...
Besos!.
Como siempre ha sido una bellísima reflexión. Nosotros podemos hacer de nuestro mundo un cielo o un infierno... un pequeño detalle puede hacer la gran diferencia. No existe mayor satisfacción que poder ayudar a otro.
Mil gracias por tus palabras, adoro este lugar, lamento no venir tan a menudo, pero créeme, las veces que vengo, tras leer me voy con una gratísima sensación.
Creo que no se puede otorgar a la misma persona, porque yo ya lo concedí... pero no estoy segura, en todo caso lo pensaste y tuviste la intención, así que ya lo he recibido de vuelta (mil gracias).
Un fortísimo abrazo!
una preciosa visión de cielo e infierno ... me ha encantado
saludos
Hola cuéntame:
1.la historia edificante, como siempre
2.la imagen que has colgado le va al pelo
3.desconozco si es el sitio adecuado, pero me han dejado un MEME , el primero, y he pensado en ti, con otros cinco, para contestar si te apetece.
4.Está en www.marnie-rosa-rosae.blogspot.com
5.Ha salido el Sol….!!!
Besos
Marnie
Me impresiono y me gusto, sobran las palabras y la foto te la copio, si no te importa,me gusto todo realmente, escribes fenomenal.
Gracias por todo.
Un beso hasta el cielo.
Loly, la mamá de Ainhoa
Hola amigo! que gustazo volver del puente, abrir tu blog y encontrar ¡como no! estas preciosidades siempre...
Que bonito mensaje, el compartir, la generosidad, el pensar en los demás para poder recibir también de los demás.
Un besito, eché en falta estos días tus cuentos, como si de una niña pequeña se tratara.Pero ahora aquí estaré ya eh! día a día.
besito
Hola.
Hoy Quiero Contarte un Cuento.
Claro que sí, claro que el ayudarnos los unos a los otros nos proporciona felicidad!
Por éso es que digo que tu cuento revela tanta estupidez, proque preferimos morir de hambre que pensar en ayudar al otro a comer!
De veras que si bien todos tus cuentos son excelentes, éste es además significativo de lo que debemos ser y no ser.
Graciñas por regalárnoslo.
Desde Coruña, un biquiño.
Diana.
Ohhh qué bonito... gracias
Un relato condimentado en el ayudar y compartir.
Quizas deberian ser asignaturas obligatorias esos verbos.
Pito
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