Aquellos días unas grandes lluvias inundaron la ciudad donde vivía Xalum y mucha gente se encontró sin alimentos y sin casa. Xalum no lo pensó lo más mínimo y repartió entre la gente los fondos que había reunido. Y se puso a trabajar de lo lindo para recuperar lo que había dado.
Algunos años más tarde, una terrible epidemia asoló el país. Xalum otra vez repartió su dinero para ayudar a la gente. Por tercera vez empezó su trabajo.
Se había hecho viejo y se cansaba mucho, pero la esperanza de ver acabado su libro le daba fuerzas. Finalmente, al cabo de veinte años, pudo terminar la publicación de su libro. Todo el mundo alabó su trabajo y los sabios más notables del país hablaron en sus congresos.
Pero la gente de la ciudad, al hablar de Xalum a sus hijos, decían siempre:
4 comentarios:
Preciosa historia mi querido cuenta cuentos, realmente bella. Inevitable, pero cada vez que leo tus cuentos me provocan profunda emoción... Se puede ver el mundo con una infinita sabiduría, lástima que nuestra ceguera nos limita tanto. Gracias por regalarnos estas historias colmadas de enseñanzas y reflexión.
Un fortísimo abrazo... dejo como siempre mis cariños.
como es habitual en ti... bellísimo
un beso
Por supuesto que si...tres libros!!aunque al igual que las gentes del pueblo opino que el primero y el segundo fueron libros para la posteridad y para el ejemplo, fueron libros con un objetivo estupendo.
un besito
Súper chulos... he ido leyendo unos cuantos, salteados... y me han gustado todos! En especial, el de la mujer sorda... Me ha recordado bastante a mí!
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