HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse tomo un estilete y escribió en una piedra:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVÓ LA VIDA.
Intrigado, el amigo preguntó: ¿Por que después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra? Sonriendo, el otro amigo respondió:"Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargaran de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo".
9 comentarios:
Gracias por seguir iluminando mis días con tus cuentos...
Besitos
Que bonito!!=)
guauuuu!!! que bonito, me ha gustado mucho.
Un abrazo amigo
Que poca arena nos solemos encontrar...
ay...
Siendo un poco ( o mucho ) más prosaicos, un compañero de trabajo, hace años, cuando hacíamos horas extra en la empresa, me decía: apuntémoslas en una barra de hielo. Que para la indurabilidad i olvido viene a ser lo mismo que la arena, claro.
Por tanto, las horas, también en una piedra.
Me Encantaa Muchoo Esta Lectura!.. Aprendí Mucho de Ella! =D
Recordamos rápidamente las pequeñas ofensas y olvidamos con rapidez los momentos en que nuestros amigos nos han demostrado que están ahí en los momentos duros.
Por desgracia los malos momentos suceden más habitualmente de lo que quisiéramos y aun así, a veces no terminamos de saber valorar quienes son nuestros verdaderos amigos. Debemos ser justos y distinguir entre una ofensa y un motivo importante y actuar consecuentemente a la misma altura con la que queremos ser tratados.
que linddo es recordar todo lo bueno y olvidar lo malo
q lindo *_* <3
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