Luego soltó un globo azul, después uno verde, después uno amarillo, uno blanco...
Todos ellos remontaron vuelo al igual que el globo rojo...
El niño negro, sin embargo, miraba fijamente sin desviar su atención, un globo negro que aún sostenía el vendedor en su mano.
Finalmente decidió acercarse y le preguntó al vendedor: Señor, si soltara usted el globo negro. ¿Subiría tan alto como los demás?
El vendedor sonrió comprensivamente al niño, soltó el cordel con que tenía sujeto el globo negro y, mientras éste se elevaba hacia lo alto, dijo: No es el color lo que hace subir, hijo. Es lo que hay adentro.
7 comentarios:
Desearte buen fin de semana y darte una muy buena noticia, estoy Embarazada, a ver si esta vez tenemos suerte.
Un beso hasta el cielo.
Loly, la mamá de Ainhoa.
Pero qué bonito este cuento.
Lo que hay dentro, eso es lo que vale, como en los globos; y a veces no se sabe apreciar.
Un abrazo.
En tu caso...si es importante el color, este precioso color de tu blog es lo importante, y tiene un color precioso el de la amistad y el compartir.
Un abrazo, hace dias que no se nada de ti, estás tan ocupado como yo me imagino... con este final maratoniano.
Que lindo, que dulce y que ejemplificador, somos eso lo de adentro lo otro es pura cáscara, un cariño grande Tia Elsa
ohhhh y anda que no! si es que lo que somos dentro se refleja por fuera, eso está claro, o eso creo.. un beso niño
Jo! hermoso post..
me has llegado el corazón..
que sabio fue el vendedor..
precioso precioso..
te dejo abrazos.
El Rinconsito De Dios. Pagina en Facebook. Historias y reflexiones
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